¿Usas el coche solo para trabajar? Así puedes demostrarlo a Hacienda

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Tener un coche y ser autónomo no es sinónimo de poder deducírtelo todo. Para que la Agencia Tributaria acepte que el uso del vehículo es exclusivamente profesional, tendrás que armarte de pruebas, paciencia… y buenos argumentos.

Pero sí, ¡se puede lograr!


¿Qué dice Hacienda sobre el uso del coche?

La AEAT es bastante estricta: solo permite la deducción del IVA y del gasto si el uso del vehículo es exclusivamente profesional. En la práctica, esto significa que…

  • No puedes usarlo para ir a hacer la compra.

  • No puedes llevar a los niños al cole con él.

  • No puedes usarlo para viajes de ocio.

Y lo peor: Hacienda presume que todo coche se usa también para fines personales… salvo que demuestres lo contrario.


¿Cuándo sí se acepta la deducción del coche?

Se puede deducir el 100 % de los gastos (combustible, mantenimiento, seguros, etc.) si:

  • El coche está afecto exclusivamente a la actividad económica.

  • Se puede demostrar ese uso profesional.

  • Se ha comunicado correctamente el alta y la afectación del vehículo.


¿Qué necesitas para demostrarlo?

Aquí es donde viene el «reto». Te dejamos una lista de documentación y pruebas que pueden ayudarte:

1. Contrato de arrendamiento o propiedad a nombre del autónomo

El coche debe estar legalmente vinculado a tu actividad.

2. Alta censal (Modelo 036 o 037)

Debe constar la afectación del vehículo y la actividad profesional concreta.

3. Libro de registro de uso del vehículo

Un registro diario de desplazamientos, con:

  • Fecha

  • Hora

  • Lugar de origen y destino

  • Motivo del viaje

(Hay apps específicas que te lo facilitan.)

4. Pruebas indirectas

  • Tener otro coche para uso personal.

  • Disponer de plaza de garaje en el centro de trabajo.

  • Fotografías del coche rotulado con la imagen de tu empresa.

  • Informes de kilometraje.

  • Declaraciones de clientes que acrediten los desplazamientos profesionales.


Ojo con esto: lo que NO vale

  • Decir que lo usas «casi siempre» para trabajar.

  • Guardar solo las facturas de gasolina.

  • Apuntar a mano los viajes cada dos semanas.

  • Afectar el coche a la actividad y luego usarlo para tus vacaciones.

Hacienda no se conforma con “creo que…” o “más o menos…”. Quiere pruebas sólidas y diarias.


Ejemplo práctico

Juan es instalador de aire acondicionado. Usa su furgoneta para ir a casa de sus clientes, cargar herramientas y transportar equipos. No tiene otro coche, pero:

  • Tiene rotulado el vehículo con el nombre de su empresa.

  • Lleva registro detallado de cada desplazamiento.

  • Solo lo utiliza en horario laboral.

  • Vive cerca del trabajo y va andando a hacer la compra.

Gracias a estas pruebas, Juan ha podido justificar la afectación del vehículo al 100 % y deducirse todos los gastos relacionados.


Recomendaciones finales

  • Sé constante con los registros.

  • Guarda todas las facturas (mantenimiento, seguro, etc.).

  • No mezcles usos personales y profesionales.

  • Si puedes, adquiere un segundo vehículo para uso privado.


¿Y qué se puede deducir exactamente?

  • Gasto por amortización del vehículo.

  • IVA soportado en la compra y en gastos relacionados.

  • Combustible y peajes.

  • Seguros, reparaciones, impuestos.

Pero recuerda: solo si logras demostrar el uso exclusivo profesional.


¿Es difícil? Sí.
¿Es imposible? No.
Con buena documentación, coherencia y algo de estrategia, puedes justificar el uso del coche a Hacienda y deducirte lo que te corresponde.


Desde AL1 Asesoría, te ayudamos.

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