Autónomos: utilizan su DNI como NIF, aunque deben comunicarlo a Hacienda al darse de alta.
Sociedades mercantiles (SL, SA, cooperativas, etc.): necesitan un NIF específico que se solicita a la Agencia Tributaria.
Asociaciones, fundaciones y otras entidades jurídicas: también deben obtener su NIF antes de comenzar su actividad.
Advertencia: no confundir el NIF con el CIF. El CIF dejó de usarse en 2008, pero mucha gente todavía lo llama así.
El NIF es imprescindible para:
Emitir y recibir facturas.
Presentar impuestos (IVA, Impuesto de Sociedades, retenciones…).
Abrir una cuenta bancaria a nombre de la empresa.
Firmar contratos con clientes, proveedores o trabajadores.
Realizar gestiones ante la Seguridad Social y la Agencia Tributaria.
Ejemplo práctico: sin NIF no podrás dar de alta a un empleado, ya que la Seguridad Social exige el número para vincularlo a la empresa.
Redactar la escritura de constitución de la sociedad (en caso de sociedades mercantiles).
Presentar el modelo 036 en la Agencia Tributaria, solicitando el NIF.
Documentación que deberás aportar:
DNI o NIE del representante legal.
Escritura de constitución (si es sociedad).
Certificación del Registro Mercantil (cuando corresponda).
Estatutos sociales.
Documento acreditativo del domicilio fiscal.
NIF provisional: Hacienda emite primero un NIF provisional válido por 6 meses.
NIF definitivo: una vez inscrita la sociedad en el Registro Mercantil y presentada la documentación completa, se sustituye por el definitivo.
✅ Revisa que los datos en la escritura coincidan con los del modelo 036.
✅ Solicita el NIF lo antes posible para no retrasar contratos o facturación.
✅ Guarda siempre copia de la resolución emitida por Hacienda.
❌ No uses el NIF provisional para operaciones más allá del plazo de validez.
❌ No confundas domicilio social con domicilio fiscal.
Tip práctico: si eres autónomo y trabajas desde casa, puedes usar tu domicilio particular como domicilio fiscal.