¿Qué es la residencia fiscal?
La residencia fiscal es el lugar donde una persona tiene su núcleo principal o permanente de intereses. A efectos fiscales, se considera que una persona tiene su residencia fiscal en España cuando concurran alguna de las siguientes circunstancias:
- Permanezca en territorio español más de 183 días durante el ejercicio fiscal, salvo que justifique una permanencia mayor en otro Estado por motivos de trabajo, actividades diplomáticas, consulares u otras análogas.
- Tenga en España su núcleo principal o permanente de intereses.
- Radique en España el centro de actividad de su negocio o profesión principal.
- Su cónyuge no separado legalmente y sus hijos menores de edad tengan su residencia habitual en España.
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¿Qué implica cambiar la residencia fiscal?
Cambiar la residencia fiscal puede tener una serie de implicaciones fiscales, tanto para el IRPF como para otros impuestos.
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En el caso del IRPF, el cambio de residencia fiscal puede implicar:
- La obligación de declarar el IRPF en el nuevo país de residencia.
- La posibilidad de tener que declarar el IRPF en ambos países, en función del período de tiempo en el que se haya residido en cada uno de ellos.
- La obligación de tributar por la totalidad de la renta mundial, es decir, no solo por la renta obtenida en el nuevo país de residencia, sino también por la renta obtenida en el extranjero.
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Además del IRPF, el cambio de residencia fiscal también puede implicar:
- La obligación de declarar otros impuestos, como el Impuesto sobre el Patrimonio o el Impuesto de Sucesiones y Donaciones.
- La posibilidad de tener que solicitar la baja en la Seguridad Social española y darse de alta en la Seguridad Social del nuevo país de residencia.
- La necesidad de cumplir con una serie de trámites administrativos, tanto en España como en el nuevo país de residencia.
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¿Qué debe hacer un autónomo si cambia su residencia fiscal?
Si eres autónomo y has cambiado tu residencia fiscal, es importante que te informes de las obligaciones fiscales que te corresponden en el nuevo país de residencia.
Para ello, puedes:
- Consultar la web de la Agencia Tributaria del nuevo país de residencia.
- Contratar los servicios de un asesor fiscal especializado en el extranjero.
- Ponerse en contacto con la embajada o el consulado del nuevo país de residencia.
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Es importante que actúes con rapidez y te informes correctamente de tus obligaciones fiscales para evitar sanciones.