

➡️ Salario:
Es la retribución que recibes como trabajador de tu propia empresa.
Tributa en el IRPF como rendimiento del trabajo.
Está sujeto a cotización a la Seguridad Social.
Implica que la empresa tiene que asumir costes laborales y de seguridad social.
➡️ Dividendos:
Son los beneficios que reparte la empresa entre los socios.
Tributan en el IRPF como rendimiento del capital mobiliario.
No cotizan a la Seguridad Social.
Solo se pueden repartir si hay beneficios y después de pagar el Impuesto sobre Sociedades.
✅ Ventajas:
Cotizas a la Seguridad Social (derecho a paro, jubilación, baja, etc.).
Ingresos estables y periódicos.
Gasto deducible para la empresa.
❌ Inconvenientes:
Mayor carga de cotizaciones y retenciones.
Menor flexibilidad financiera para la empresa.
✅ Ventajas:
No cotizan a la Seguridad Social.
Mayor flexibilidad en el reparto.
Fiscalidad más baja si los beneficios son altos (tras el 25% del IS, se tributa en IRPF entre el 19% y el 28%).
❌ Inconvenientes:
Solo se pueden repartir si hay beneficios.
No dan derecho a prestaciones.
La empresa ya ha pagado el Impuesto de Sociedades antes del reparto.
Supongamos que tu empresa gana 60.000 € netos al año.
Si te pagas salario de 3.000 €/mes, la empresa soportará cotizaciones adicionales y tú tributarás en IRPF según tus ingresos, pero tendrás cobertura social completa.
Si decides repartir dividendos, primero la empresa paga el 25% de Impuesto sobre Sociedades (quedarán 45.000 €), y sobre esa cantidad pagarás entre el 19% y 28% en tu IRPF.
Resultado: Los dividendos pueden parecer más rentables, pero si tienes pocos años cotizados o necesitas cobertura social, el salario puede ser más inteligente.
Pagar todo como dividendos para “ahorrar impuestos”.
➡️ Hacienda puede entender que hay retribución encubierta, lo que genera sanciones y regularizaciones.
No documentar correctamente los acuerdos de reparto.
➡️ Es necesario que conste en el acta de la Junta General.
No calcular bien la carga fiscal total.
➡️ A veces el ahorro aparente en cotizaciones se pierde en impuestos.
✅ Combina ambas opciones: paga un salario razonable y reparte dividendos cuando haya beneficios.
✅ Planifica fiscalmente cada ejercicio para evitar sorpresas.
✅ Revisa tus cotizaciones: si eres administrador con control efectivo, probablemente debas estar en el RETA (Régimen de Autónomos).
✅ Consulta antes de repartir dividendos: no todos los ejercicios permiten hacerlo legalmente.