Los anticipos son pagos parciales que un cliente realiza a una empresa antes de la entrega de un bien o la prestación de un servicio. Son comunes en diversos sectores, como la construcción, la venta de productos a medida o la prestación de servicios profesionales.
El tratamiento del IVA en los anticipos está regulado por la Ley del Impuesto sobre el Valor Añadido (LIVA) y la normativa de la Agencia Tributaria. En general, se aplican las siguientes reglas:
Ejemplo:
Una empresa de construcción recibe un anticipo de 10.000 euros de un cliente por la construcción de una vivienda. El tipo de IVA aplicable es el 10%.
La empresa debe emitir una factura con los siguientes datos:
En el momento de la entrega del bien o la prestación del servicio, la empresa debe emitir una factura final por el importe restante, incluyendo el IVA correspondiente. En esta factura final se debe regularizar el IVA del anticipo, restando el importe del IVA que ya se ha declarado e ingresado en la declaración correspondiente al cobro del anticipo.
Ejemplo:
Suponiendo que el precio total de la construcción de la vivienda sea de 50.000 euros, la factura final emitida por la empresa constructora tendría los siguientes datos:
En este caso, la empresa solo debe declarar e ingresar en la declaración del IVA correspondiente al tercer trimestre de 2024 la diferencia entre el IVA de la factura final y el IVA del anticipo, es decir, 3.000 euros (4.000 euros – 1.000 euros).
El tratamiento del IVA en los anticipos puede parecer complejo, pero es importante aplicarlo correctamente para evitar sanciones por parte de la Agencia Tributaria. En caso de duda, siempre es recomendable consultar con un asesor fiscal.