De SL a autónomo: Tu guía paso a paso para una transición exitosa
¿Diriges una Sociedad Limitada (SL) pero te planteas simplificar tu estructura empresarial? ¡Genial! En España, puedes transformarte en autónomo. Pero ojo, este cambio requiere planificación. Esta guía te acompaña paso a paso para que la transición sea fluida y cumpla con la normativa.

¿Por qué ser autónomo en vez de SL?

• Menos trámites: Olvídate de la compleja administración de una SL. Como autónomo, la gestión es más ágil.
• Ahorra costes: La constitución y mantenimiento de una SL son más costosos que el régimen de autónomos.
• Responsabilidad acotada: Evalúa si te conviene. Como autónomo, respondes con tu patrimonio personal.

Claves para decidir el cambio:

• Responsabilidad vs. cargas administrativas: ¿Prefieres una gestión sencilla asumiendo mayor riesgo o una estructura más formal con responsabilidad limitada?
• Salud financiera: ¿Tu empresa puede afrontar los costes de la transición y funcionar como autónomo?

Si te convence ser autónomo, ¡veamos las opciones!

Opción 1: Disolución de la SL

1. Reúne a los socios: Celebra una Junta General Extraordinaria para acordar la disolución.
2. Formaliza la decisión: Redacta un acta de disolución y, si es necesario, nombra liquidadores para gestionar el cierre.
3. Hazlo público: Anuncia la disolución en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME).
4. Paga tus deudas y reparte: Liquida los activos y pasivos de la sociedad.
5. Cierra el chiringuito: Cancela la inscripción de la SL en el Registro Mercantil.

Opción 2: Mantén la SL y conviértete en autónomo

• Cambia la forma jurídica: Transforma tu SL en una empresa individual o sociedad civil.
• Socios autónomos: Los socios pueden trabajar como autónomos utilizando la infraestructura de la SL (ojo, la responsabilidad sigue siendo limitada para la SL).

En ambos casos, ten en cuenta:

• Impuestos: Pasarás del Impuesto de Sociedades (IS) al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Planifica tu estrategia fiscal.
• Empleados: Informa a tus trabajadores del cambio de empleador y actualiza los contratos si es necesario. Reconoce su antigüedad.
• Seguridad Social y Agencia Tributaria: Modifica tu inscripción y ajusta las cotizaciones al régimen de autónomos.

¡No lo olvides!

• Asesórate por un experto legal, fiscal y laboral para un proceso personalizado.
• Evalúa las ventajas e inconvenientes de cada opción en función de tu situación.
• Esta guía es orientativa. Consulta con expertos para resolver dudas específicas.

Con una buena planificación, ¡dar el salto a autónomo será un éxito!